lunes, 17 de octubre de 2011

Todo acabó con aquella carta, esfumándose con ella mis ilusiones y tantos sueños que se hilaron bajo la plateada luz de la Luna…
La felicidad de entonces parece ahora tan sólo un eco de las olas que mojaban mis pies…
Sí, mis sueños terminaron donde aquella carta, quizás arrugada en alguna papelera, tal vez rasgada y esparcida por el suelo de alguna solitaria calle, tendiendo un manto de olvido sobre el asfalto…
Ante los ojos del mundo se disipó mi esperanza, arrastrada por la brisa de aquel verano, en el que todo acabó…

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