A tu lado descubrí que la vida puede cambiar en un momento, que lo que antes era un “no”, como por arte de magia, se transforma en un “sí quiero”, que las lágrimas pueden convertirse en sonrisas, que el infierno va dejando paso al cielo…

Y ahora, vuelvo a creer que no todo está perdido y sueño, sueño contigo…

 ¡Enséñame a sentir que existe el cielo y que de tu mano tocaré las estrellas con las yemas de mis dedos…!

Estoy realmente confundida, no entiendo nada…

 Quisiera que esto hubiese sido simplemente un mal sueño. Uno de tantos que terminan cuando abres los ojos y  se desvanece conforme va avanzando el día… Pero, por desgracia no ha sido así…

Me dolía, me dolía tanto que tuvieran que ser las cosas de este modo... No comprendía tu actitud, me extrañaba, no podía creerlo… Jamás pensé que esto podría pasar, nunca lo imaginé, nunca…

Lloré, grité, me retorcí de dolor por dentro… Pero al cabo de horas y horas de sufrimiento descubrí algo que no podía imaginar… Una pequeña llama se había encendido dentro de mí, no sé ni cómo ni por qué, pero así ha sucedido… Y ahora, te echo de menos y no puedo dejar de pensar en ti…

Has llegado como un huracán y has arrasado con mi vida, te has llevado un pedacito de mi corazón…

Pensé que ya habrías olvidado aquella carta, supuse que no significó nada para ti y que te habrías deshecho de ella a la primera de cambio.

Después de tanto tiempo, hoy me has demostrado que no has olvidado lo que en ella te decía…

 Estoy perdida, o la aprendiste de memoria o la tienes guardada, quizás en algún rincón de tu corazón…

 ¡Daría cualquier cosa por saberlo!

Espero que algún día decidas por ti mismo contarme qué hiciste con ella…

 Deseo con todas mis fuerzas que nunca la olvides, que sea tu refugio cuando te acuerdes de mí o cuando desees estar a mi lado…

¿Por qué huyes de las palabras? Se trata de decir Sí o No, simplemente eso…

 No sabes cómo hacer para no tener que responder con un monosílabo. Le das vueltas, te vas por la tangente, preguntas el porqué de esta pregunta…

 Y yo no paro de reír, porque te miro y veo la expresión de tu cara, la de  “tierra trágame”, la expresión de querer escapar de este aprieto, porque sabes que si dices Sí estás mintiendo, y si dices No estarás demostrando lo que verdaderamente sientes por mí…

De todos modos no ha sido necesario que respondas Sí o No, sin querer me has dado la mejor respuesta que yo podría esperar…

 

¡Cobarde…! Esta ha sido mi última palabra.

 No eres capaz de expresar lo que sientes, tienes miedo, estás asustado.

¡No debes temer nada, no te pillarás los dedos, porque sabes que no te exigiré nada…!

Tan sólo reconoce que me quieres, que no deseas que desaparezca de tu vida.

 Solo te pido eso, nada más, simplemente saber que sigues pensando en mí, que necesitas verme cada día y reír conmigo…

Dímelo ya, lo estás deseando, pero te acobardas cuando estoy frente a ti y escondes lo que te haría ser la persona más feliz de la tierra…

Hablar no es malo, expresar lo que llevamos dentro ayuda a seguir adelante y a vivir plenamente…

¡Por una vez en tu vida no seas tan cobarde…!

Querido amor:

Hoy me he despertado pensando en ti, como otras tantas veces… No puedo borrarte de mi mente, sigues en ella como si nada hubiera pasado. Me resulta imposible comenzar de nuevo sin tenerte a mi lado, lucho por hacerlo, pero no lo consigo.

 Nunca pensé que dejarías esta inmensa huella en mí, que por más que las olas del tiempo pasen sobre ella no consiguen borrarla…

 Eres el verdadero amor de mi vida. Aquel que llenó todos los vacíos que inundaban mi alma, el consuelo de mis días negros, la alegría, la risa, la esperanza… Lo has sido todo para mí.

Sé que yo también he dejado huella en ti, no sé hasta qué punto, pero también he marcado tu corazón… 

No te atreves a decirme lo que sientes, estás asustado, tienes miedo de no poder controlar lo que hasta el momento has controlado a la perfección…

Y yo sigo aquí, esperando un sueño, tal vez un milagro. Deseando volver a tu lado, a sonreír contigo, a sentirme de nuevo protegida por tus brazos…

Te necesito para seguir viviendo, tanto como el aire para respirar… Necesito la suavidad de tus manos, tu cálido aliento sobre mi nuca, tu sonrisa…

Entenderás ahora que no puedo olvidarte, que aunque este amor sea imposible siempre estarás en mi corazón…

Todo acabó con aquella carta, esfumándose con ella mis ilusiones y tantos sueños que se hilaron bajo la plateada luz de la Luna…

La felicidad de entonces parece ahora tan sólo un eco de las olas que mojaban mis pies…

Sí, mis sueños terminaron donde aquella carta, quizás arrugada en alguna papelera, tal vez rasgada y esparcida por el suelo de alguna solitaria calle, tendiendo un manto de olvido sobre el asfalto…

Ante los ojos del mundo se disipó mi esperanza, arrastrada por la brisa de aquel verano, en el que todo acabó…

 Ya es tarde, ya no habrá marcha atrás, seguiré mi vida como debía haber hecho hace mucho tiempo y te apartaré de ella.

 Ya no cabes en mi mundo, ya estás fuera…

Nunca has merecido estar dentro…

Te olvidaré, olvidaré los días que pasamos juntos regalándonos aquel amor que sabíamos dar, no dejaré nada para el recuerdo…

 Romperé poco a poco esos lazos que nos han unido durante tanto tiempo y seguiré adelante sin mirar atrás. Porque lo mejor está por llegar y no importa que tu estés lejos…

Entonces descubrirás que soy más importante para ti de lo que nunca habías sospechado, sufrirás por haberme dejado ir, soñarás noche tras noche con mi ausencia y llorarás amargamente…

Y será demasiado tarde, ya no volveré a tus brazos, ya no se te erizará la piel porque no estaré a tu lado…

Sufrirás, sí, sufrirás porque me habré marchado…

Llegarás con tu sonrisa iluminando tu cara, me mirarás a los ojos y, sí, esta vez me besarás…

Me demostrarás todo lo que hasta ahora has intentado esconder, ya no podrás fingir aquello que no sientes porque los sentimientos vencen a la razón…

 Llevas muchos días pensando cómo será ese momento, qué hacer cuando estés frente a mí…

 Ni siquiera puedes dormir por las noches imaginando cómo sucederán las cosas…

Quieres hacerlo, quieres decirme con palabras lo que durante tanto tiempo me has demostrado con tus actos…

Y lo harás…

 Lo harás porque ya no puedes más, porque te has dado cuenta que sin mí estás perdido, que si no me tienes cerca la vida carece de sentido y todavía queda mucha vida para vivirla junto a mí…

Esta vez si te has acordado... 

Sabría que lo harías porque cuando uno quiere a alguien nunca se olvida de las fechas especiales…

Hoy me has hecho saber que estoy en tu mente y al hacerlo también sé que estoy en tu corazón…

¡Gracias…! 

¡Muchas gracias por acordarte de mí…!

¿Ya…? Últimamente ésta es tu palabra favorita….

Y ahora yo te pregunto: ¿Qué quieres decir?

Tal vez estás esperando que yo te diga:

¡No te vayas! ¡Quédate un rato más conmigo…!

Dime, ¿es esto lo que esperas? ¿Quieres que vuelva a demostrarte que deseo pasar más tiempo a tu lado?

Ya es tarde, aunque muera de ganas, te corresponde a ti demostrar lo que realmente quieres…

Solo son cinco minutos, solo cinco, pero…  ¡Qué bien nos sentimos cuando estamos juntos…!

 Lo noto en la expresión de tu cara, en tu sonrisa, eres feliz cuando estás conmigo…

Buscamos  esos momentos de complicidad, de mirarnos a los ojos, de sonreírnos, de compartir…

Porque, aunque no podamos, lo que ambos deseamos es estar juntos…

¡Es realmente cruel que no podamos compartir todo aquello que queremos!

 Es duro vivir separados cuando el amor es lo que nos une, tarde, pero nos une…

Simplemente nos conformamos con unos minutos, esos cinco mágicos minutos…

Los días pasan y seguimos viéndonos, como si nada hubiera ocurrido entre los dos. No sé como lo haces para contener tus emociones, no lo entiendo, porque yo no puedo ocultar lo que por ti siento, tampoco puedo disimular las ganas de abrazarte y  acariciarte…

No sé si podré soportar mucho tiempo más  tenerte cerca y no tocarte. Necesito aquellos momentos para seguir viviendo, necesito tu ternura, la fuerza de tus brazos, el calor de tu cuerpo… Te necesito a ti…

Las cosas van muy lentas, sé que necesitas tiempo para volver a estar conmigo como ayer… Esperaré, siempre estaré esperando el día que ya no puedas soportarlo más y vuelvas a ser el de siempre.

Sí, mi amor, te esperaré porque estoy segura que lo harás, que volverás a mis brazos porque me sigues queriendo, porque no puedes olvidarme y porque lo que más deseas es estar junto a mí…

Vendrás a mí, desesperado, con deseos de abrazarme.

Vendrás, sin duda, soñando compartir conmigo los momentos que nos regale el día.

Vendrás, mi amor. ¡Claro que vendrás!

Y escaparemos juntos a ese lugar donde el amor no entiende de derrotas y volaremos alto y soñaremos…

Vendrás a mí, mi amor. ¡Claro que vendrás…!

Sé que eres mío, lo sé.

 Sé que piensas en mí y que por más que lo intentas no logras borrarme de tu mente. Estoy en tus pensamientos durante todo el día, y por la noche, cuando apagas la luz para dormir, lo haces conmigo en tus recuerdos…

No puedes olvidarme, es imposible hacerlo, porque, aunque no quieras me llevas en lo más hondo de tu corazón…

Sé que deseas verme, que los días sin mí se hacen eternos, que necesitas mirar mis ojos, oír mi voz, reír conmigo aunque solo sean unos minutos…

 Mueres de ganas por sentir mi piel sobre la tuya, por acariciar mi cuerpo, por besar mis labios…

Sé que has luchado con todas tus fuerzas, pero ni siquiera la distancia ha acabado con este sentimiento que se llama AMOR…