Qué difícil es vivir amándote en silencio, qué difícil sentir tanto y no poder decírtelo... No poder contarte que los días sin ti son duros, que cuando no estás a mi lado no tengo ganas de nada, que cuando te marchas mi corazón se encoje, que sin ti mi vida deja completamente de tener sentido.

 Qué difícil es tenerte cerca y no tenerte, qué doloroso es querer besar tus labios y no poder, que cruel es desear abrazarte y que las circunstancias me lo prohíban…

Pero llegará un día en el que tomaré tus manos y, mirándote a los ojos, te regalaré la más bella de las sonrisas. Sí, llegará ese día en el que te diré TE QUIERO sin temor y, por fin, me abrazaré a tu cuerpo para no dejarte ir y me perderé contigo para el resto de mis días…

Creía que podría olvidarte, pero sigues en mi corazón… ¡No puedo sacarte de él por más que lo intento! Pensé que esta separación haría que todo fuese mucho más fácil, pero al contrario, estás en mis pensamientos más intensamente… Necesito distraer mi mente para poder alejarte de ella, necesito respirar otro aire para poder arrancarte de mi alma, necesito…

 Lo que realmente necesito es tenerte a mi lado y abrazarte como nunca antes he abrazado. Necesito que me digas una y otra vez que me quieres y que sin mí no puedes vivir, necesito que me beses con tanto amor que me duela, necesito…

 Solo sé que te necesito a ti…

Imagino que algún día estaremos juntos, que nuestro amor podrá ser realidad, que me dirás te amo mientras me miras a los ojos y te amaré como nunca nadie te ha amado… Yo sé que soy la mujer que te hará más feliz en tu vida, yo sé que me amarás como nunca has amado…

Imagina que estoy entre tus brazos, que no existirá nada más que nos separe y que por primera vez, seremos tan felices que no nos importará nada lo que pase a nuestro lado…

Solo quiero estar a tu lado, que me abraces como solo tú sabes hacerlo y que pronto llegue el día en que nuestros labios se unan en el más tierno de los besos… Deseo con todas mis fuerzas  que esto suceda, porque te quiero…

Querido diario:

A estas alturas de mi vida todavía no sé qué hacer con ella. Debería dejar a un lado todas las ataduras que no me hacen feliz, todo aquello que me hace profundamente desgraciada. Necesito llegar a la felicidad por mis propios medios y eso es lo que desde este momento y si la vida me lo permite voy a hacer… Reconozco que sin él mi vida carece de sentido, estoy en un punto en el que desearía dejarlo todo y salir corriendo a su lado, pero sé que ninguno de los dos estamos preparados para ello. Son demasiadas cosas las que nos separan, aunque hay muchas que nos unen. Quiero pensar que él también me quiere pero tiene miedo de decirlo en voz alta, aunque sus hechos así lo demuestran…

 Lo demuestran sus abrazos, sus caricias, esas que se le escapan cuando ya no puede más, lo demuestran sus ojos cuando me miran sin tapujos ni pudor. Lo demuestra su silencio, porque sobran las palabras,  aunque a veces las buscamos para obtener las respuestas que queremos oír pero las que el miedo hace  que sean impronunciables. Lo demuestran el no poder pasar el uno sin el otro y el echarnos de menos cuando los días nos separan…

Lo siento mucho, pero yo le quiero y creo que, aunque siga intentándolo, nunca dejaré de hacerlo…

Tengo miedo

Tengo miedo, miedo de ver tu reacción cuando decida decirte toda la verdad, mi verdad. Tengo miedo de perderte aunque no te tenga, de perder los buenos momentos que he pasado junto a ti porque han sido hermosos. Tengo miedo de que ya no quieras saber nada más de mí, de que te alejes de mi lado y ya no vuelva a verte más…

Tengo miedo de no poder tocarte con mis manos, ni sentir como me abrazas, tengo miedo de dejar de olerte por todos los rincones de mi piel…

 Temo que algún día te apartes de mí y te extrañe tanto que desee morir, porque sin ti mi vida carece de sentido, porque sin ti ya no quiero vivir…