jueves, 22 de septiembre de 2011

Tal vez sea el error más grande del mundo, quizás nunca debió ocurrir, pero ahora ya es demasiado tarde… No puedo dejar de amarte…
Solo Dios sabe que no te busqué, tan solo él conoce cómo sucedieron las cosas, cómo sin querer, después de tanto tiempo, nos fuimos encontrando…
No dejo de culparme por sentir lo que siento, por no poder borrarte de mi vida, por seguir pensando minuto tras minuto en ti, por desear ser tuya para siempre…
Lo he intentado, créeme que lo he intentado, pero por más esfuerzos que haga, aunque luche contra viento y marea sigues en mi corazón…
 Nada ni nadie logrará sacarte de él, ni siquiera tú, aunque nunca llegues a quererme como te quiero yo…



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