sábado, 7 de febrero de 2015

Querido Virgilio:

Me acabas de dejar en casa y tengo unas inmensas ganas de llorar.
Me he alegrado tanto de verte....
Eres el mejor hombre que he conocido.
No existe ni existirá ninguno como tu.
Aún te asombras de lo que he hecho por ti, pero no es nada, porque te lo mereces.
Las personas buenas, como tú, se merecen lo mejor.
Yo no podía verte sufrir así.. Tu no merecías eso.
Eres de lo mejor que ha pasado por mi vida.
Y me alegro de que estés ahí.
Aún estás muy tocado por lo de tu novia, lo sé.
Pero el tiempo se encargará de que el dolor sea cada vez más débil y que algún día vuelvas a ser feliz.

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario