martes, 8 de julio de 2014

La estación

Era una tarde de domingo cualquiera,
y volví a aquella estación...
Indudablemente debía regresar a casa y no tenía otro medio de hacerlo.
Sabía que al poner los pies allí volverían los recuerdos, y así fue...

Me armé de valor, agarré la maleta con fuerza, respiré profundamente y comencé a bajar las escaleras que conducían a la terminal.
Mi corazón iba latiendo cada vez más deprisa,mi respiración se agitaba por momentos, y mis ojos comenzaron a nublarse...
No quería,pero una fuerza mucho mas fuerte que yo me hizo mirar hacia aquel andén...

En ese momento, el tiempo me llevó un año atrás...
Inmóvil, sin dejar de observar, te vi junto a mi.
Me abrazabas, me besabas...
Ninguno de los dos queríamos que ese autobús saliera.
Las despedidas es lo que tienen, son dolorosas y duras.
Pero llegó el momento de subir y tomar mi asiento.
Tenía el número cuatro, justo al lado de la puerta y de la ventanilla.
Tu te quedaste allí parado, no me perdías de vista.
Yo, no podía dejar de mirarte...
En silencio,nuestros labios pronunciaban, una y otra vez, esa mágica palabra que nacía del corazón: "te quiero"
Ya era la hora ...
El autobús se puso en marcha,las puertas se cerraron y con ellas se encogió mi corazón...
Pero más aún cuando observé como se transformó tu cara...
En ese momento no dudé que de verdad tu me querías.
Por unos instantes quise detener el autobús.
Me faltó muy poco para hacerlo.
Deseaba con todas mis fuerzas quedarme contigo.
¡Te quería tanto, tanto...!

-¡Niña!¡Niña!
¿Pero qué haces?
¡Te has quedado pasmada!
Venga, que ya está aquí nuestro autobús, quedan cinco minutos para salir.-

Bajé la mirada, tomé mi asiento y ... 


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