miércoles, 31 de agosto de 2011


Estaba asustada, temía que mi presencia no fuera de tu agrado después de lo que había pasado. Me temblaba todo el cuerpo, creía que no sería capaz de dar un paso si te encontraba frente a mí, intenté pasar desapercibida pero fue imposible…
A pesar de mis esfuerzos para que no me vieras me tope contigo de frente. No sabía qué hacer, tan solo levanté tímidamente la vista hacia ti unos segundos temiendo encontrar en tus ojos alguna señal de rechazo, pero sorprendentemente recibí otra clase de señal. Aquella con la que noche tras noche había soñado…
Tu rostro se ilumino al verme, dejaste de lado lo que estabas haciendo y me sonreíste como nunca antes lo habías echo… Jamás había visto esa expresión en tu cara, llegué a verte especialmente feliz y con tus gestos comprendí que yo era la causa de aquella felicidad… Sin pronunciar una sola palabra proseguí mi camino, pero, esta vez, con la certeza de que tú sientes lo mismo que yo…

1 comentario:

  1. Como te envidio. Tienes muchísima suerte... No sabes las veces que yo he soñado encontrar una mueca de felicidad en su rostro al verme. Eres super afortunada... Te deseo lo mejor con ese muchacho, porque te lo mereces, de veras. Mil besos & mucha suerte :)

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