Ha llegado el momento en el que la necesidad de decirte todo lo que siento es mucho más fuerte que el miedo a perderte… Hace unos meses creía que lo mejor era callar, que debía seguir ocultándote lo que verdaderamente siento, independientemente de que lo intuyeras como sé que lo intuyes.
Pensé que podría seguir así durante toda mi vida, derritiéndome por dentro cada vez que te veo, deseando abrazarme a ti cuando estás a mi lado y muriéndome de dolor cuando cruzas la puerta para marcharte…
Sí, pensé que sería mejor que no supieras nada porque así, no tendría que escuchar de tus labios que esto nunca podrá ser… Sé que si eso ocurre querré morir, pero de hecho ya muero cuando te vas y no te tengo a mi lado…
Por ello quiero que sepas que te quiero… Te quiero como nunca he querido, como creía que no podría querer… Sí, te quiero y no me importa decirlo y, si pudiera, lo gritaría a los cuatro vientos, porque amar a escondidas duele y no sabes cuánto…
A partir de ahora, aunque todo cambie, me resignaré, pero al menos estaré segura de que conoces lo que por ti siento….
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