2 de Marzo de 2011

Querido diario:

Aquí estoy, otro día más, escribiendo sobre tus páginas en blanco la triste historia de mi vida. Triste, porque lo único que puede hacerme feliz es un imposible y por más que lo desee jamás se hará realidad. Estos días se están haciendo realmente duros sin él y lo peor de todo es que por más que lo intento no puedo olvidarle. ¡Hecho tanto de menos sus miradas, sus abrazos…! La nostalgia invade mi corazón, los recuerdos bombardean mi mente una y otra vez sin cesar y ya no puedo más…Lo único positivo que obtengo de todo esto son los breves momentos vividos junto a él, guardados  con tanto celo dentro de mí, que me ayudan a dibujar una leve sonrisa en mi melancólico rostro cada vez que acuden a mi mente. Recuerdo cuando me abrazó por primera vez, solo duró unos segundos, pero me hizo sentir la persona más feliz del universo… En ese instante descubrí que él también sentía algo especial por mí, pero desgraciadamente, todo aquello que sentíamos nunca podría ser, lo nuestro sería un amor prohibido…